¡Buenos dias chic@s!

En estos momentos de cambio, en los que la globalización y el capitalismo compulsivo ya no parecen tan positivos como antes, me veo con la necesidad de escribir un post para reivindicar una actitud que me parece no solo posible sino necesaria.


He nacido en la generación de los millenials, donde lo que se rompe, no se arregla, se compra uno nuevo y si puede ser más barato mejor. Donde lo que dura más de un año ya es viejo y se queda olvidado en el armario.

 

He crecido en un mundo en el que algunas pequeñas tiendas fueron devoradas por grandes multinacionales extranjeras, donde ya no conocías al que te vendía, ni él a ti, pero como era más barato, eso nos daba igual.
En un mundo donde la preocupación por el medioambiente siempre ha quedado relegado por el dinero.


Y no se vosotras, pero a mí este mundo ya no me vale. Todos nos quejamos de los problemas económicos y medioambientales de nuestro país.

¿Pero qué hacemos para mejorar esta situación?
Por ello, desde es de este blog me gustaría apostar firmemente por la compra de productos nacionales, productos hechos en España y para España.

Si todos nosotros tan solo comprásemos la mitad de lo que consumimos en productos nacionales, no solo estaríamos reduciendo la contaminación provocada por el transporte internacional sino que ademas estaríamos fomentando la recuperación económica del país, después de los tremendos desastre que estamos viviendo los últimos años.

Porque no olvidéis que la calidad y la creatividad es una de las principales bazas de nuestra gente y de nuestras empresas.


Es pues el momento de pensar en que la calidad, SÍ que importa. Y que la cantidad es solo un numero.

21 octubre 2022 — Alba Llusà